国立広島・長崎原爆死没者追悼平和祈念館 平和情報ネットワーク GLOBAL NETWORK JapaneaseEnglish
 
Select a language / español (Spanish・スペイン語) / Video testimonial (Ver los videos de los testimonios de los sobrevivientes)
SASAKI Shigeo (SASAKI Shigeo)
Sexo Masculino   Edad al momento de sufrir la bomba atómica 30 
Fecha de grabación 2001.  Edad al momento de la grabación  
Lugar donde fue expuesto a la bomba atómica Hiroshima 
Hall site Sala Nacional de la Paz en Memoria de las Víctimas de la Bomba Atómica de Hiroshima 
Dubbed in Spanish/
With Spanish subtitles
With Spanish subtitles 

Mi mejor deseo es transmitir la fuerte voluntad de vivir que Sadako tenía, no los sentimientos confusos de un padre y su hija. A Sadako le gustaba hacer deporte, era muy saludable y nunca se había enfermado. Fue en el décimo año en que repentinamente le salió la enfermedad en la que le diagnosticaron "No vivirá más de 3 a 8 meses". La radiación es horrorosa, pues su aspecto era saludable en ese momento. Además he escuchado que en la actualidad también hay bombas atómicas, de las cuales la explosión de una es cientos de miles de veces más potente que la que cayó en Hiroshima. Pienso que transmitir todo eso será lo mejor.

El Sr. Sasaki, que en ese entonces tenía 30 años de edad, había dejado a su familia en el barrio de Kusunoki para ir a trabajar como enfermero militar en el Hospital del Ejército de Miyoshi. En la noche del 6 de agosto, a pesar de haber llegado una vez a Mitaki para abastecerse de materiales para el hospital, sin poder hacer la búsqueda de su familia efectuó trabajos de socorro. El Sr. Sasaki es el padre de Sadako Sasaki, modelo del Monumento a la Paz de los Niños.

Hospital del Ejército de Hiroshima
Creo que era a principios de agosto. Dentro de las salas de internos del Hospital del Ejército en Motomachi, estaban la Primera sala, la Segunda sala y la sala Principal, yo estaba en la Segunda. Allí estaban internados aproximadamente de 700 a 800 soldados heridos que habían  traído a Ujina. En la primera y también en la segunda sala se hizo insuficiente el lugar para internar, y se dispuso hacer un hospital en el salón de actos de la escuela secundaria que había en Miyoshi. Fui a ese lugar como enfermero militar el 4 o 5 de agosto.

6 de Agosto
La mañana del 6, yo no me dí cuenta por nada pero hubo quienes decían que se había escuchado un fuerte sonido. Y escuché que era necesario poner una tienda de campaña para hacer una sala de internos en la Estación de Miyoshi. Y los que regresaban a Miyoshi venían a la escuela secundaria, algunos diciendo "Atacaron sólo Yokogawa" y otros también decían "Han destrozado toda Hiroshima". Casi todos los internos eran soldados. El 6 de agosto por la noche, todavía estabamos preparando pero las mantas no eran suficientes, por eso durante esa noche fui a recoger las mantas a Mitaki. Al ir a Mitaki, la persona que metía las mantas me dijo: - "Tu casa estaba por Misasa, regresa un rato porque está cerca"-. Casi no había enfermeros militares del centro de la Ciudad de Hiroshima. Pensé que si me lo permitían podía regresar una vez por un poco de tiempo, y así es que fui desde Mitaki a Yokogawa, llegando hasta mi casa. Entonces, una persona de la vencindad me dijo: - "Señor Sasaki, a su madre se la incineramos correctamente acostándola sobre la plancha de hierro"-.

Escena desastrosa
Los cables eléctricos y las tejas se habían caído. El grupo de seguridad comunitaria había venido porque había gente que se llevaba el equipaje, las tejas y los cables eléctricos, que cortaban apilándolos en rollos. Y decidiéndose que había que ampliar las calles, lo hicimos en movilización general. Ese fue el día 7.

¿Cómo estaba su familia en ese momento? 
Yo no sabía pero, mi mujer había venido a verme a la escuela Secundaria de Miyoshi trayendo a mis hijos Sadako y Masahiro. No me encontré con mi familia en ese momento.

Después de la Guerra
En noviembre de 1945, a pesar de que me habían dicho que me quedara como enfermero militar, me exenté del servicio y regresé al lugar de origen de mi mujer, hoy Kamikawatachi de la Ciudad de Miyoshi. No estuve por mucho tiempo porque pensaba regresar de todas maneras pronto a Hiroshima. Mi verdadera profesión era barbero, por eso pensaba salir a Hiroshima para poner una pequeña barbería, y el 20 o 21 de febrero de 1946 fui a Hiroshima.

¿Cómo era la forma de vida en ese entonces?
El número de personas que convivíamos era grande porque mi hermano mayor había regresado exento del servicio militar y mi hermana y su esposo me habían pedido que viviéramos juntos en casa.
 
"Una pequeña vida, mi adorada hija Sadako"

Señales de la enfermedad 
Eso fue a finales de 1954. Siempre en año nuevo íbamos al lugar de origen de mi mujer, sin embargo en ese entonces yo no fui y mi mujer llevándose a los niños regresó a Kamikawatachi. Cuando andaba saludando a sus hermanos, le dijeron al ver el cuello de Sadako un poco hinchado, -"Será mejor que regreses para que la vean porque lo tiene un poco hinchado"- Entonces, después de regresar a Hiroshima fuimos al hospital. Antes de eso pensabamos fácilmente "sólo es un simple resfriado se curará pronto".

Sentencia de muerte
En Hatchobori estaba la Clínica de cirugía Okamoto, creo que todavía está. Al ir pensando en que me dirían cualquier cosa claramente, me dijeron: -"Señor Sasaki, esto quizás es tuberculosis"- Entonces la inyectaron en varias veces de estreptomicina, pero resultó que no era tuberculosis y fuimos a otro hospital. En ese entonces, un doctor que había sido Director de Pediatría del Hospital Prefectural, había abierto su clínica cerca de Hondori. El doctor venía a cortarse el pelo a mi barbería y por eso llevé a Sadako a su clínica. Al examinarla el doctor me dijo: -"Señor Sasaki, venga mañana otra vez"- Sadako llevaba su bolso y se veía bien. Creo que cuando fui a la tercera vez le pedí: -"Doctor, le aseguro que no me voy a sorprender, por favor dígame la verdad"- Entonces el doctor me dijo: -"Señor Sasaki, lo menos son 3 meses. Lo más 1 año, no me puedo responsabilizar"- En ese momento no me dijo el nombre de la enfermedad, pero Sadako tenía Leucemia maligna aguda. Me dijo: -"Vaya otra vez al Hospital Municipal"- y al ir me dijeron que la ingresara de inmediato. Pero resultó que me dieron una recomendación para el Hospital de la Cruz Roja de Hiroshima, porque después de todo el más completo en variedad de equipo era el Hospital de la Cruz Roja de Hiroshima.

Ingreso al Hospital
Fui a recogerla a la escuela exactamente cuando estaban entrenando para el festival deportivo. Entonces, a pesar de que todos estaban haciendo ejercicios, Sadako estaba sentada esperándome porque sabía que venía a recogerla. Todos vinieron a despedirla, y Sadako levantando la mano para decir adios, les dijo llorando: "Pronto me voy a poner bien y regresaré"- Salimos por la puerta de atrás, pero Sadako lloraba fuertemente que al decirle -"Mi pequeña Sadako!, te compraré un kimono"- Sadako me respondió: -"no...no quiero",  a pesar de eso la llevé a Kotobukiya, un almacén que estaba al frente del Cine de Hatchobori. Era un kimono estampado con flores del cerezo que parecían florecer en el jardín. El cual mi mujer cosió en una noche, yendo a la casa de sus hermanos que estaban en Itozaki. Es el kimono con el que la vestimos el día que ingresó al hospital. Sadako estaba muy feliz porque no tenía otros.

Pensamiento valeroso
Después de internarse, le apareció hemorragia interna en el cuello. En aquel tiempo había una medicina llamada Cortide que valía 2200 yenes. Eso significa que si llevaba 2200 yenes al Hospital de la Cruz Roja, la inyectaban de Cortide. La primera vez llevé inmediatamente el dinero, pero no pude llevarlo pronto la segunda vez. Cuando fui al hospital, Sadako se cubrió así el cuello que le sangraba, para que yo no lo viera. Al regresar a casa recibí una llamada de Sadako, quien me dijo: -"Papito, yo tengo 700 yenes, cuando pueda reunir 1500 yenes tráigalos, sí?"- Esto fue lo más duro para mí. Creo que tampoco ese día llevé el dinero, pero cuando fui al hospital le dije a Sadako -"Perdona la tardanza, mi pequeña Sadako!"- y ella como siempre sonriendo me contestó: - "Sí, sí está bien"- Ibamos al hospital después de terminar mi trabajo por eso siempre llegábamos tarde, pero Sadako casi no comía. Y hablando con mi mujer: -"Mamá, hay que ver como nos la arreglamos para que te quedes a dormir, verdad?","Sí, sí tenemos que hacerlo"- Sadako dijo que estaba bien que nos regresáramos, por eso al mover la mano y decirle: -"Entonces, hasta mañana mi pequeña Sadako"- nos acompañó sonriendo hasta el elevador. Al llegar el elevador, soltó una gran lágrima y dijo: -"Mamita!, por favor venga mañana,  sí?"- Me sorprendí mucho y le dije: -"Si lloras aunque digas adiós, no podemos regresar!"- Y al decirle: -"Entonces vamos a venir otra vez mañana, sí?"-, asintió riendo y moviendo la mano. Eso es lo que más tengo grabado en la memoria.

Un pequeño deseo
Sadako hacía grullas de papel con todas sus fuerzas. Al principio hizo grullas grandes, pero poco a poco fue haciéndolas más pequeñas usando una aguja para doblarlas. Cuando se afanaba por doblarlas, los ojos se le cansaban y no podía doblar fácilmente grullas pequeñas. Yo iba al hospital y aunque la llamaba -"Mi pequeña Sadako"-, estaba tan afanada que apenas se daba la vuelta. Cuando yo le decía: -"No te afanes demasiado"- me miraba de lado -"Sí, está bien, está bien...Tengo una buena idea"- respondía sonriendo. Siempre que iba estaba haciendo grullas, por eso casi nunca la ví abriendo la boca. Las hacía minuciosamente y con esfuerzo, por eso no eran muchas. Aunque había doblado mil grullas su salud no se recuperaba, por eso se afanaba nuevamente a doblar. Ella creía con fervor que su deseo se le cumpliría, si doblaba esforzándose con todo el corazón. Las hacía no sólo para aumentar el número sino que las doblaba muy bonitas.  Los picos y también las colas todas bien juntas, era de verdad un trabajo muy minucioso, sin embargo doblaba grullas muy bonitas. Sadako nunca se había enfermado, por eso pienso que ella creía que si las doblaba con todo esfuerzo, también se pondría bien ella misma.

Deseo inalcanzable
Querer a mi hija era una cosa natural, pero siempre pienso en que podría haber hecho algo más por ella. Ahora al ver las fotos sólo pienso "Ah! Ella estaba bien en esta época", pero en aquel entoces sólo pensaba "Tengo que hacerle esto, tengo que hacerle también esto otro...", sin embargo no pude hacer nada. Creo que los padres de hoy, cuando un hijo les llama por teléfono y les dice:  Yo tengo 700 yenes por eso tráigame 1500 no hay padre que diga "Espérame un momento" y al siguiente día no los haya llevado. En aquella época, Sadako siempre estaba haciendo grullas, y aunque todas las mañanas le compraba un tomate y se lo llevaba, ella no lo comía. Por eso pensaba en que si compraba una máquina para hacer jugos y se lo hiciera, sería mejor. Nunca se me olvida que cuando salió esa máquina a la venta, la vendían más o menos a 8000 yenes. Sólo pensaba "quisiera comprarle la máquina para jugos", pero en todo el tiempo no pude pagar los 8000 yenes. También un radio de transistores costaba más o menos 8000 yenes. Cuando Sadako no estaba en la casa siempre había ido a la casa de sus amigas a escuchar el radio. Pensaba lo mucho que le agradaría si le compraba un radio de transisitores, sin embargo nunca lo pude hacer y sólo me arrepiento.

La eterna despedida
Creo que eran las 9 de la mañana del 25 de octubre. Recibimos una llamada del hospital diciendo "El estado de la pequeña Sadako está mal", por eso nos trajeron también de la escuela a Masahiro y fuimos volando. Sadako me dijo: -"Papito..."- por eso con el rostro sereno le contesté: -"¿Qué pasa mi pequeña Sadako?"- Sadako dijo: -"El doctor me vio el estómago pero hoy no me puso inyección ni hizo nada"- A Sadako le dije: -"Creo que hoy el doctor estaba ocupado"- y al doctor -"Sadako dice que hoy sólo le abrió el pecho pero que no le puso la inyección"-. Y el doctor contestó: -"¿De verdad?, bueno pues pongámosle la inyección"-.El doctor pensó que ya no tenía remedio y quizás por eso no se la había puesto. El doctor le dijo a Sadako: -"Te he puesto la inyección"-. Y al decirle yo también: -"El doctor te puso la inyección"- Sadako respondió claramente: -"¡Gracias!" El doctor se fue y yo le pregunté: -"¿Quieres comer algo, mi pequeña Sadako?"- Y Sadako constestó: -"Papito...quiero comer el arroz con té del hospital".- Me sorprendí, y como ya eran las 9 y media pensé que no había tiempo para el del hospital, por eso pedí que le fueran a comprar el arroz con té al comedor que estaba al frente. Pero ella entonces dijo: "Papito...no quiero el arroz del comedor de afuera. Quiero comer el arroz con té del Hospital de la Cruz Roja de Hiroshima"-.Ya no se podía comprar el arroz con té del Hospital de la Cruz Roja de Hiroshima por eso encargué que fueran a comprarlo afuera y solamente pedí prestada la vasija del hospital. Y al decirle: -"Mi pequeña Sadako, aquí está el arroz con té"- Sadako asintió y comió un bocado. Le pregunté: -"¿Cómo está? ¿está bueno?"- y ella respondió: -"Está rico...gracias"- La segunda cucharada era más o menos a la mitad, pero le pregunté: -"¿Está bueno?"- y moviendo su cabeza lo último que dijo fue -"Gracias...papito-." Sadako dijo muy claramente las palabras "Está rico. Gracias, papito". Yo no sé que es el momento final, porque Sadako murió con los ojos firmemente abiertos. Cuando metimos a Sadako dentro del ataúd, la llenamos de flores. En el Crematorio la hora de la salida del cortejo fúnebre estaba fijada, sin embargo el fotógrafo que había encargado no había llegado. El fotógrafo no venía, y les pedí: -"Por favor, no importa que seamos los últimos. Si no se puede hoy, está bien que sea mañana"-, porque quería que de cualquier manera esperaran hasta que llegara el fotógrafo. Aun por la fuerte oposición del Templo, solamente nos quedó la foto que está allí. En lo que me esforcé en ese entonces fue el funeral, en esa época los funerales costaban decenas de miles. Como padre no pude hacer nada por Sadako, por eso pedí a la gente del vecindario -"Aunque me quede endeudado. Sólo quiero que al momento de llevarla al crematorio esté muy concurrido"-. Me prepararon más o menos 15 vehículos negros grandes, y salimos en fila a despedirla. Con el sentimiento  -"Perdóname, mi pequeña Sadako"-, fue pensando en dar un ofrecimiento a Sadako. Eso fue lo último que pude hacer como padre.

Registro del lecho de la enferma
Lo que más recuerdo es que, cuando limpiamos la cama después de la muerte de Sadako, debajo del colchón de paja encontramos una nota en la que estaba escrito el número de glóbulos blancos. No le habíamos dicho nada a Sadako, sin embargo una vez me preguntó:  -"Papá, ¿cuántos glóbulos blancos senecesitan?" Yo tampoco sabía muy bien por eso le contesté: -"Creo haber oído que 8000 ó 9000"-. Y ella dijo: -"Sí, es normal que las personas mayores tengan 8000 ó 9000, ¿verdad?"- por eso le contesté: -"Pues eso parece ser lo normal"- Hay decenas de miles de glóbulos rojos, pero Sadako dijo los glóbulos blancos. En ese momento Sadako ya sabía su enfermedad, ¿verdad? Es por eso que Sadako pensando en muchas cosas había escrito el número de glóbulos blancos. No me lamentaría si hubiera hecho todo lo que podía por ella y haberla hecho feliz al morir.

La obligación de los padres.
Mi mejor deseo es transmitir la fuerte voluntad de vivir que Sadako tenía, no los sentimientos confusos de un padre y su hija. A Sadako le gustaba hacer deporte, era muy saludable y nunca se había enfermado. Fue en el décimo año en que repentinamente le salió la enfermedad en la que le diagnosticaron "No vivirá más de 3 a 8 meses". La radiación es horrorosa, pues su aspecto era saludable en ese momento. Además he escuchado que en la actualidad también hay bombas atómicas, de las cuales la explosión de una es cientos de miles de veces más potente que la que cayó en Hiroshima. Pienso que transmitir todo eso será lo mejor. Lo que les voy a contar es para decir "así fue Sadako", es mi obligación como padre de Sadako. Contarle eso a los niños tal vez no sirva mucho, sin embargo el deseo de transmitirles "De todas maneras Sadako se esforzó", me hace hacerlo en esa forma. Sin preocupar a sus padres, Sadako hacía las grullas con el pensamiento de que si las doblaba iba a mejorar.

 
 

Todos los derechos reservados. Se prohíbe rigurosamente la reproducción o el uso no autorizado de los textos y fotografías publicados en este sitio web.
HOMEに戻る Top of page
Copyright(c) Hiroshima National Peace Memorial Hall for the Atomic Bomb Victims
Copyright(c) Nagasaki National Peace Memorial Hall for the Atomic Bomb Victims
All rights reserved. Unauthorized reproduction of photographs or articles on this website is strictly prohibited.
初めての方へ個人情報保護方針
日本語 英語 ハングル語 中国語 その他の言語